Mientras que Miguel Trillo esta al cañón de la movida madrileña, Derek Ridgers se centra en la ''movida'' londinense que es la mas pura (a mi gusto)
Derek Ridgers hizo su bautismo, de lo que luego le convertiría en el mejor fotógrafo de la escena punk, en un concierto donde puso su enfoque en el público.
Aquella actitud de quienes asistían al evento le atrajo de tal manera que comenzó a frecuentar clubes, sótanos, bares, la calle misma para documentar el estilo de vida de una juventud por medio de primeros planos, de miradas a cámaras.
Derek nos transmite lo que vivio en esas calles,clubes, y donde cuenta más detalles sobre su libro, entre otras cosas sobre la relación entre los tatoos y los skinheads, porque no sólo se dedicó a cubrir la escena punk sino también sus derivados como los anteriormente nombrados o los góticos. El abanico fue muy amplio en una época donde el sentido de la individualidad estaba muy presente.
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